domingo, 9 de agosto de 2015

RELAJACIÓN PARA MÚSICOS. TÉCNICA DE CONCENTRACIÓN

  1. Túmbate en el suelo boca arriba. Separa las piernas a la altura de las caderas. Pon los brazos con la palma de la mano hacia arriba y separados del cuerpo. Cierra los ojos. Fíjate en la imagen para guiarte mejor.relajacion musicos
  2. Comienza a respirar de manera profunda, sintiendo cómo tu abdomen sube y baja. Concéntrate únicamente en la respiración. Siente cómo el aire entra y sale de tu cuerpo. Ahora imagina que tu cuerpo es un tubo y que el aire te atraviesa de pies a cabeza.
  3. Cuando te sientas lo suficientemente relajado, comienza a imaginar que eres un globo deshinchado. Con cada respiración imagina que hinchas una parte de tu cuerpo. Empieza por la pierna derecha, inspira y siente que se va volviendo más ligera, hinchándose con cada bocanada de aire. Sigue con la pierna izquierda, luego el brazo derecho y el izquierdo, el torso y por último la cabeza. Ahora eres como un globo enorme pero muy ligero, y empiezas a sentir cómo se eleva tu cuerpo, flotando en el aire.
  4. Vas flotando entre las nubes, te sientes ligero y tranquilo, tu cuerpo no pesa ni un gramo. Abajo en el suelo ves un hermoso claro y decides bajar. Con tu respiración, vas deshinchando tu cuerpo poco a poco y sintiendo cómo se hace más y más pesado hasta que aterrizas sobre la hierba en el claro.
  5. Ahora te encuentras en tumbado en ese hermoso paisaje. Sientes el calor del sol en tu piel, hueles la hierba, la menta… Puedes oír el viento pasando entre los árboles y el agua de un pequeño riachuelo cercano. Te sientes totalmente relajado y tranquilo. Cualquier problema o preocupación que aparece en tu mente es arrastrado por el fluir del riachuelo. Allí donde te encuentras no hay más pensamiento que el sentir tu respiración y tu entorno.
  6. Poco a poco, comienza a ser consciente de que abandonas el claro, vuelves atrás y te das cuenta de que estás tumbado en el suelo. Te pesa todo el cuerpo, así que piensa en cada parte y en cómo se va despertando. Piernas, brazos, torso y cabeza. Abre los ojos e incorpórate lentamente.
Es muy importante que mantengas tu pensamiento centrado durante todo el ejercicio. No se trata sólo de imaginar, tienes que sentir que te has transportado. Quizás las primeras veces que lo practiques te distraigas más con otros pensamientos, pero poco a poco notarás mejoría. Esta técnica te ayudará a desestresarte por unos minutos y a mantener la concentración.

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